Hay mucho que hacer cuando se trata de servir al Señor. Es tiempo que dejemos de lamentarnos por lo que no hicimos, o porque no salieron las cosas como esperábamos.
Tampoco es tiempo de deternos y quedar contemplando glorias pasadas, sino más bien de preguntarnos:¿Qué estoy haciendo ahora? ¿De qué forma le busco? ¿Cuánto le busco?
Con El , lo imposible será posible. Es hora de mirar a la meta del supremo llamamiento en Cristo Jesús. Es tiempo de mirar el reloj de Dios. Eso sí, el tiempo que se va, ya no vuelve.
Rosa de Mariños.
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