¿Quién dijo que los cristianos somos aburridos y tristes? Cuando Jesús ingresa a nuestra vida, por la fe, El nos llena de un gozo especial que nadie lo puede quitar.El cambia nuestra tristeza en gozo así como nuestro lamento en baile.Nada me hace más feliz que pasar las últimas horas del año viejo, así como las primeras del nuevo, en la casa de mi Dios. Allí más me consagro, reafirmo mi fe, expreso mi adoración al Unico digno de gloria..y El me renueva de inmediato.LLena de bien mi boca de manera que...me rejuvenece como las águilas,mejor que el botox o los hilos rusos o chinos. Es Su presencia lo que llena nuestro ser. Los milagros se empiezan a dar desde esa noche de vigilia. Dedicamos tiempo para alabarle y cantarle,,entonces El desciende danzando entre los montes. y cuando El llega, inunda nuestro ser y no queremos más. ah por cierto que danzamos para El. Antes bailaba para el diablo y ¿cómo terminábamos? En cambio cuando danzamos, salimos renovados, más ágiles, felices.No necesitamos de ningún trago, porque el Espíritu Santo, nos llena. La copa de nuestro corazón empieza a rebozar, como bien lo expresa el salmo 23.
Escuché por las noticias que el grupo "calle 13" dejó esperando al público 5 horas..sin contar las horas que desde la mañana de ese día los jóvenes estaban haciendo cola(más de 15 horas en total). Eso es el mundo.pero que gratificante saber que a la primera canción que Dios oye, inmediatamente el baja porque "El habita en medio de la alabanza de Su pueblo". Este 31 de Diciembre, prepárese para el gran fiestón...
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