Después de mes y medio....

de no poder escribir...lo puedo hacer recién hoy.
Les cuento que en estos últimos días estuve guiando a Cristo a niños y jóvenes del colegio cristiano Agua Viva- Trujillo, Perú.
Me conmueve hasta las entrañas, ver tanta soledad y orfandad aún cuando tengan a sus padres en casa. En este tiempo especial para mí, le pedí que me diera un fuego y una pasión por esas tiernas pero sufrientes vidas. De una población de más de 300, como 150 han rendido sus vidas a Jesús....y estamos viendo cambios.
He aprendido a amarles como Jesús  nos enseñó...hoy no me detiene nadie. Nadie me pudo impedir que predique. Sembré con lágrimas pero con alegría estamos recogiendo los frutos.
Es el amor que reciben, el Espíritu Santo mi inseparable amigo que toma la Palabra...y el Señor hace lo demás...yo simplemente me asombro que Dios no ha cambiado...que El es el mismo ayer, hoy y siempre.
Comparto mi alegría con todos uds. mis amigos. Muy atte. Rosa de Mariños.