Ese es el título de mi décimo segundo libro, por lo que le doy gracias a Dios que me permitió terminarlo y ahora difundirlo.
Siempre un escritor tiene una motivación o alguna vivencia que nos impulsa a escribir. Para este libro, fue el ver buena cantidad de personas en aprietos económicos porque se sumergieron en el mundo de las tarjetas de crédito y luego no saben cómo salir y liberarse de las deudas.
La prosperidad primeramente parte de nuestra relación con Dios. Con El, se ordena nuestra vida y El nos ayuda a hacer una buena administración de lo que el Señor nos encarga para administrar. No es Su voluntad que Sus hijos vivan endeudados, entristecidos o frustrados.Les animo a que busquen más de Dios y de Su Palabra, porque la prosperidad espiritual es la primera que nos viene.Si estamos en el pacto con Dios, todo lo demás nos será añadido. Rosa de Mariños.
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